​“El deterioro de la imagen de la justicia y del Ministerio Público es grave. 

Las constantes filtraciones y la falta de control sobre los instrumentos bajo su custodia han generado una situación de incertidumbre que daña a la República”, señaló Mulet. ​El candidato enfatizó que esta crisis institucional ha alcanzado tal magnitud que incluso ha provocado la renuncia de la presidenta de la Cámara de Diputados.

 “Es inaceptable que filtraciones ajenas a procesos judiciales terminen afectando el funcionamiento de nuestras instituciones democráticas.

 Necesitamos proteger la República y evitar conflictos entre los poderes del Estado”, afirmó. ​Ante este escenario, Mulet reiteró la necesidad de una reforma estructural en la fiscalización del Ministerio Público. 

Recordó que en noviembre presentó un proyecto de reforma constitucional para la creación del Consejo Nacional de Persecución Criminal, un órgano colegiado que supervise la labor de los fiscales y establezca una política nacional contra el crimen, independiente de los gobiernos de turno y del fiscal nacional.

 ​Finalmente, Mulet destacó que algunos parlamentarios ya están evaluando mecanismos constitucionales para abordar la crisis en el Ministerio Público, pero subrayó que la mejor salida es que el propio fiscal nacional renuncie por el bien de la institucionalidad del país.