Costó, pero finalmente Universidad de Chile puede enfocarse en comenzar la defensa de la corona que ganó el año pasado. En las primeras horas de la tarde de este martes, la Delegación Presidencial Metropolitana finalmente autorizó que Recoleta debute como local en la Copa Chile recibiendo a los “azules” en el estadio Bicentenario de La Florida.

Luego de una última inspección de la Delegación Presidencial, Carabineros del OS13, la Anfp, representantes del club que será local, Deportes Recoleta, la Municipalidad de La Florida y Estadio Seguro, se verificaron las medidas para que se juegue, medidas que implican cierres de calles para controlar el tránsito, además de filtros para evitar que personas sin entrada intenten ingresar a la fuerza. Las puertas del recinto se abrirán a las 17.00 horas, dos horas antes del inicio del compromiso. Los perímetros de seguridad, en tanto, estarán activos desde las 15.00 horas.

El aforo permitido para el partido es de 5.500 personas. Sólo 300 boletos están reservados para la venta de público local, mientras que el resto es para los “azules”.

La noticia fue recibida en el Centro Deportivo Azul, donde el entrenador Gustavo Álvarez no escondió su ansiedad por empezar a competir luego del aplazamiento de la Supercopa que debía disputarse el pasado fin de semana: "Necesitamos jugar. Estamos entrenando desde el 16 de diciembre y necesitamos competir. Ya tuvimos la suspensión de la Supercopa y espero que podamos jugar sin problemas ante Recoleta".

Ahora por el Grupo G de la Copa que ganó en 2024 tiene el desafío revalidar el cetro. Para ello, el DT “laico” contará con Charles Aránguiz entre los citados al igual que Rodrigo Contreras. Claro que Aránguiz no sería titular toda vez que los dos atacantes serían Nicolás Guerra y Leandro Fernández.

La principal novedad estará en el fondo con Cristopher Toselli como arquero y Nicolás Ramírez como central por derecha en reemplazo del lesionado Matías Zaldivia.