MINERIA

QUE LA MANO DE OBRA SEA LOCAL ES CLAVE PARA HACER MÁS Y MEJOR MINERÍA EN ATACAMA

En el contexto actual, resulta llamativo hablar de buenas noticias, cuesta creer que se prospecten cifras positivas para nuestra economía, pero así será, pero la clave está en la educación y la especialización de la mano de obra regional.

La semana recién pasada, tuvimos la visita de nuestro biministro de minería y energía, Juan Carlos Jobet, y nuestro subsecretario de minería, Edgar Blanco, junto a quienes lanzamos la entrega a nivel nacional de los fondos PAMMA, programa de capacitación y transferencia tecnológica en la pequeña minería, lo que se transforma en un gran gesto para una región históricamente minera y que hoy concentra el 35 por ciento de la pequeña minería del país.

Además del dato inicial respecto de faenas mineras, quisiera mencionar que además la pequeña minería concentra 255 faenas activas a la fecha: 64 en Chañaral, 129 en Copiapó y 62 en Huasco. Así como también otro dato interesante es que hoy tenemos USD$3.000 millones en proyectos aprobados ambientalmente; y USD$4.000 millones en faenas en construcción, con un horizonte de generación de 5.000 empleos, por lo que efectivamente la minería se transforma en un motor impulsor de la economía regional postpandemia.

De acuerdo al estudio sobre de Brechas de Capital Humano en Minería 2020, con el cual el Observatorio Laboral de Atacama nos muestra la diferencia entre oferta y demanda de perfiles laborales vinculados a la minería y las necesidades de las empresas, es claro en que debemos enfocarnos en la visión que tienen las empresas sobre la oferta formativa y las oportunidades de generación de empleo a nivel regional y definir nuestros planes de formación, capacitación y certificación disponible para cubrir la demanda.

En materia productiva nuestro eslogan lo dice: queremos más y mejor minería. Eso significa que el sector que es el motor del desarrollo de Atacama lo sea también para sus habitantes, en ello no debemos descuidar que frente al avance de las nuevas tecnologías se ha generado una brecha digital con el consecuente resultado de la necesidad mano de obra especializada lo que incide en que las empresas deban buscar en otras regiones los perfiles que requieren. Esto es un desafío que nos debe poner manos a la obra a la región entera de manera que esas oportunidades sean aprovechadas en las capacidades locales.

El llamado es hacia las empresas mineras e instituciones educacionales, el esfuerzo por capacitar a la sociedad local, debe ser plasmado en compromisos concretos.

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