El equipo de trabajo de Pecafilms ya está definiendo los últimos detalles del certamen que se realizará por quinto año consecutivo durante el 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre.
La organización del Festival Internacional de Cine, las Artes y el Miedo de Atacama ya está ultimando los detalles de lo que será la quinta versión a desarrollarse desde fines de noviembre en Copiapó, certamen que convoca a desarrolladores audiovisuales de todo el mundo para sus competencias de micro y cortometrajes, siendo el único certamen que involucra otras disciplinas artísticas como la literatura, el teatro y las artes visuales entorno a la temática central que es el terror y los miedos.
Cabe recordar que FICTA tuvo su primera versión en Caldera, durante la pandemia no perdió continuidad y se mantuvo vigente, para regresar a la presencialidad en Copiapó con una destacada participación de la comunidad. Este año nuevamente se desarrollará en la capital regional, pero el equipo a cargo del festival trabaja en la generación de nuevas alianzas que permitan llevar algunas secciones del evento a otras comunas de Atacama.
Respecto a la preparación de la quinta entrega del festival, Claudia Latorre, directora de FICTA, manifestó que “estamos organizando desde hace un tiempo esta versión, a través de colaboradores locales, nacionales e internacionales. Hemos tenido reuniones con el equipo, a veces ha resultado complejo por las diferencias horarias que tenemos, pero el compromiso intransable qué existe por este festival, permite que podamos coordinarnos y darle continuidad en el tiempo”.
Agregó que “Las reuniones han sido relevantes tanto con el equipo de trabajo como con nuestros colaboradores, patrocinadores y auspiciadores, el propósito es fortalecer el festival y entregar un evento de calidad, que se vincule con la comunidad. Además nuestro interés es que el acceso se mantenga gratuito como un evento de Atacama, y que podamos generar este sentido de pertenencia con FICTA, ya que nace desde la autogestión, hemos trabajado a pulso para que sea un hito de la zona norte de Chile, y vemos con buenos ojos la aceptación positiva que ha tenido durante las versiones anteriores”.