Olivicultores de Carrizalillo aprenden nuevas técnicas para elaborar aceitunas
Un grupo de 10 olivicultores participan semanalmente en capacitaciones, las cuales, si bien tienen un enfoque de manejo agronómico, también incluyen agregar valor a su producción.
Sajada, natural o como aceite, así es como, habitualmente, los olivicultores de Carrizalillo venden sus olivas, por eso, aprender una nueva técnica que les permita agregar valor a su producción y, por ende, crear nuevas alternativas de negocio, despertó un gran entusiasmo en quienes componen el Grupo de Extensión Tecnológica GET de la localidad.
Y es que, durante junio, los 10 productores del GET aprendieron a elaborar la aceituna verde sevillana, en una de las capacitaciones programadas para el grupo y que se llevó a cabo mediante una serie de talleres semanales impartidos por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, al alero del “Programa de Transferencia Valorización de la Olivicultura de la Comuna de Freirina” financiado a través de un Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) del Gobierno Regional de Atacama.
Los talleres, que comenzaron en febrero y que abordan temas agronómicos de manejo de huerto y de agregación de valor, están dirigidos a dos grupos de la comuna de Freirina, así lo explicó Jessenia Zlatar, profesional de INIA, “dentro del proyecto está la formación de dos Grupos de Extensión Tecnológica (GET), tenemos uno en la localidad de Las Tablas y otro en Carrizalillo, el de Las Tablas tiene un enfoque de agregación de valor y el de Carrizalillo es más bien predial aunque también aborda temas de agregación de valor”, explicó.
Para los olivicultores se trata de una gran oportunidad, como para Mirta Milla, quien se dedica a la pequeña olivicultura desde 2020, cuando llegó a Carrizalillo proveniente de La Serena durante pandemia. “Es primera vez que participo con INIA, hasta el momento he aprendido muchas cosas que no conocía y a la vez sirve para decir que puedo comercializar o mirar más alto”, señaló la olivicultora.
Danilo Sepúlveda, quien decidió ayudar a su padre en el campo familiar, valoró las capacitaciones, pues entregan herramientas que les permiten mejorar su producción “son importantes estas capacitaciones para aprender y que los procesos sean más naturales y que sirvan al agricultor. No hay que resistirse a los cambios y tratar de experimentar nuevas experiencias que nos van entregando los profesionales. Nosotros sajamos la aceituna y la vendemos y trabajamos el aceite, con esta capacitación se abren nuevos campos”.
Una oportunidad de negocio
Jessenia Zlatar aseguró que aprender otros métodos de elaboración de aceitunas, permite a los olivicultores ampliar sus oportunidades de negocio. “Hoy día trabajamos en terreno la elaboración de aceitunas verdes estilo sevillanas que viene con un proceso de quemado de aceituna y la preparación para que se mantenga y conserve dentro del proceso de fermentación. Esta es una forma de poder agregar valor a la producción de aceituna de mesa, aquí la zona se caracteriza por trabajar con aceitunas sajadas y aceitunas naturales, lo que significa que la cosecha se atrasa mucho, esta elaboración les va a permitir cosechar un poco antes y generar un valor agregado, una producción nueva a la aceituna de mesa de aquí de Carrizalillo”.
Claudio Salas, director regional de INIA Intihuasi indicó que , “INIA Intihuasi, a través del Centro Experimental INIA Huasco, es referente nacional en la Agroindustria Olivícola, generando conocimiento e innovaciones que luego son traspasadas a olivicultoras y olivicultores a través de metodologías de extensión y transferencia tecnológicas validadas como son los GET. La olivicultura de Carrizalillo se verá beneficiada a través del proyecto que está llevando a cabo INIA con el financiamiento del Gobierno Regional de Atacama.
Para el secretario regional ministerial de Agricultura, Ricardo Zamora Hidalgo, la olivicultura es más que un negocio es una forma de vida, ya que “muchos de quienes cosechan los olivos y elaboran los distintos tipos de aceitunas y aceites, lo han aprendido de sus familias, es un oficio heredado. Y no siempre es la manera más rentable o adecuado de hacerlo, por eso es tan importante actualizarlos y transferirles nuevos conocimientos, que los apoyen en la rentabilidad de los procesos. Iniciativas como ésta, financiadas a través de los FNDR permiten que podamos mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios”.
Es importante mencionar que el objetivo del programa “Transferencia Valorización de la Olivicultura de la Comuna de Freirina” es contribuir a la agregación de valor en el proceso productivo olivícola de dicha comuna mediante una intervención focalizada que propicie un desarrollo integral y sostenible del territorio, de este modo, los productores podrán incorporar valor a la producción de aceitunas de mesa, aceite de oliva y a los subproductos generados, con un enfoque de economía circular.
Los grupos GET son sólo uno de los componentes del programa, que además busca posicionar a la comuna de Freirina como “Centro de Producción olivícola” a nivel nacional e internacional, desarrollando para ello diferentes acciones como organización de productores para buscar un Sello de Origen para sus aceitunas de mesa, elaboración de aceite calidad extravirgen que se pueda sumar a Denominación de Origen Huasco, apoyo a la regularización de sistemas productivos bajo la normativa sanitaria vigente de las unidades productivas demostrativas e implementación de economía circular para dar valor a subproductos de la agroindustria olivícola a través de evaluación nutricional de tres tipos de residuos: hojas, alperujo y residuos líquidos de la producción de aceitunas de mesa.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.
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