Mes del Corazón: Más de un tercio de la población en Chile sufre de hipertensión arterial
De acuerdo al último reporte de la Organización Mundial de la Salud, el 71% de las personas en nuestro país ha sido diagnosticada con esta enfermedad y apenas el 34% la tiene debidamente controlada. El documento proyecta que si Chile mejora sus cifras podría evitar más de 35 mil muertes a 2040.
En agosto se conmemora a nivel mundial el “Mes del Corazón”, una fecha que busca
concientizar a la sociedad acerca de lo importante de prevenir, diagnosticar y tratar el conjunto de
enfermedades cardiovasculares, entre ellas, la hipertensión arterial. Un reciente informe de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre el preocupante avance de esta patología en Chile,
revelando que un 36% de la población padece de esta enfermedad, por encima del promedio global
(33%).
Este documento arrojó cifras preocupantes para nuestro país: solo el 34% de las personas que
han sido diagnosticadas con esta enfermedad la mantienen controlada y el 59% se mantiene en
tratamiento. Sobre este punto, los datos muestran que son más las mujeres (42%) las que tienen
la hipertensión bajo control que los hombres (27%). Además, el informe mostró que el 71% de las
personas que tienen hipertensión en nuestro país ha sido diagnosticada con la enfermedad y si nuestro
país logra mejorar estos índices, podría prevenir más de 35 mil decesos al 2040.
Para desazón de los hipertensos, la primera recomendación médica que reciben es disminuir
la sal de los alimentos. Según explicó la doctora Paola Varleta, cardióloga de Clínica MEDS “el elevado
consumo de sodio, mayor a dos gramos al día y equivalente a cinco gramos de sal por día, contribuye a
la hipertensión arterial y aumenta el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular”.
La especialista agregó que “un consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en el adulto
contribuye a disminuir la presión arterial, tanto en población con presión arterial normal como en
población hipertensa. Una dieta con reducción de sal puede retardar o prevenir la aparición de la
hipertensión arterial. A la vez, estudios en países europeos, han demostrado que una reducción de 2,5
gramos de sal al día se asocian a una reducción de 20% en eventos asociados a los accidentes
cerebrovasculares”.
En este sentido, la facultativa destacó la importancia de la actividad física para enfrentar esta
patología. “La actividad aeróbica constituye uno de los principales pilares del tratamiento no
farmacológico en hipertensos. Existen evidencias que demuestran que con la práctica regular de
ejercicios aeróbicos, por ejemplo, con 30 ó 40 minutos de caminata activa o salidas de entre 3 a 4 veces
por semana, se puede disminuir la presión sanguínea significativamente. Cuando la intervención incluye
la dieta además del ejercicio se obtienen reducciones de la incidencia de la hipertensión que pueden
llegar a valores superiores al 50%”, aseguró.
Según la cardióloga de Clínica MEDS, una dieta saludable y balanceada, que privilegie el
consumo de vegetales, legumbres y pescado por sobre frituras y alimentos procesados, es otro pilar
determinante en la prevención y control de la hipertensión arterial. “La dieta DASH es un plan de
alimentación saludable con un alto contenido de potasio, calcio y magnesio, diseñada para ayudar a
tratar o prevenir la presión arterial alta. Esta dieta, además de incorporar frutas y verduras, incluye
cereales integrales, pescado y frutos secos. Limita los alimentos con alto contenido de sodio, grasas
saturadas y azúcares refinadas. Los estudios han demostrado que la dieta DASH puede reducir la presión
arterial en tan solo dos semanas”, sostuvo.
Respecto a la incidencia del tabaco en la hipertensión arterial, la doctora Varela fue enfática en
afirmar que “la nicotina y el monóxido de carbono son los componentes del humo del tabaco más
dañinos para el aparato circulatorio. Los componentes tóxicos del humo del tabaco favorecen la
constricción de las arterias, disminuyen el colesterol bueno (HDL) y causan un aumento de la agregación
plaquetaria, y de la viscosidad de la sangre, favoreciendo la trombosis. Se describe que luego de fumar
un cigarro, se produce un aumento de las catecolaminas que circulan en nuestra sangre (adrenalina) y
un incremento de presión arterial y vasoconstricción”.