Desde Atacama se valoró el enfoque de género con que cuenta la Reforma Previsional. Al respecto la seremi de Gobierno en Atacama, Sofía Vargas Roberts, manifestó: “Es importante que confluyan la voluntad política de los parlamentarios con la necesidad de la población. Aumentar las pensiones es un directo beneficio para quienes hoy no reciben la pensión que merecen. Para el común de las personas que requiere tener una jubilación mayor para no tener que elegir a fin de mes entre comida o medicamentos. Por eso es necesario que el parlamento atienda las necesidades de la ciudadanía. El proyecto del Gobierno apunta a aumentar en el corto plazo, las pensiones de quienes lo necesitan”.
A su vez, la seremi de Mujer y Equidad de Género, Fabiola Gallardo, señaló: “Esta reforma lo primero que busca es mejorar las pensiones de los que hoy día están jubilados y de los que mañana se van a jubilar. Lo segundo que hace es atenúa la discriminación hacia las mujeres en el tema jubilaciones, porque como sabemos, el nosotras vivimos más hace que tengamos montos que se diluyen en más años. Eso, que es una buena noticia, termina siendo una noticia que nos perjudica en las pensiones. La reforma se hace cargo de esto y por eso es importante que los y las parlamentarias la apoyen”.
Por su parte, Dissa Castalleni, seremi (s) del Trabajo y Previsión Social en la región, señaló que “nuestro compromiso con el país es mejorar las pensiones de los que hoy día están jubilados y de los que mañana se van a jubilar. Tal como lo ha señalado el Presidente Boric y la ministra Jara, es fundamental mejorar la calidad de vida de quienes hoy nos necesitan, adultos mayores y sobre todo mujeres, que por muchos años han debido ejercer labores de cuidado en sus hogares, dejando de recibir ingresos y dejando además lagunas en sus fondos de pensiones. Esta situación debe cambiar, debemos dialogar y encontrar acuerdos para juntos avanzar en calidad de vida para todas y todos los chilenos”.
Foco en resolver diferencias de género
La reforma previsional plantea una distribución con la fórmula 1, 2, 3. Es decir, que, de la cotización adicional del 6% a cargo del empleador, un punto porcentual se destinará a fortalecer el empleo femenino y a compensar las mayores expectativas de ellas.
En efecto, con esa fracción de la nueva cotización se financiará el derecho a sala cuna para madres y padres trabajadores en igualdad de condiciones, de modo que no suponga un castigo salarial a las mujeres o un desincentivo a su contratación. De igual modo, se destinará a compensar las mayores expectativas de vida de las mujeres, que es otro de los factores que afectan sus pensiones.
La reforma establece también la creación de un Seguro Social al que se destinarán tres puntos porcentuales de la cotización adicional, lo que mejorará las pensiones actuales y futuras. En concreto, otorgará una garantía de pensión de 0,1 UF por año cotizado, con tope de 3 UF. Además, el Seguro Social incorpora un complemento por labores de cuidado, medida que también beneficiará, sobre todo, a las mujeres. Con todo, los restantes dos puntos porcentuales de la nueva cotización fortalecerán la capitalización individual, lo que se sumará a la cotización del 10% actual.