Ante la reciente resolución de la Corte Suprema, Achisad – el gremio que reúne a las principales empresas del rubro de los Home Care- advirtió que ante una eventual desaparición de las aseguradoras, al menos, 900 pacientes críticos de alta complejidad y larga estadía que hoy se atienden al año bajo esta modalidad estarán obligadas a regresar a un centro de salud, lo que generaría el colapso del sistema.
Tras la decisión de la Corte Suprema de rechazar la solicitud de la Superintendencia de Salud para aplazar en seis meses la aplicación de las rebajas del valor por las Garantías Explícitas en Salud (GES), desde la Asociación Chilena de Instituciones de Salud Domiciliaria (Achisad) manifestaron su preocupación por la incertidumbre que se mantiene en torno a la viabilidad de las isapres y alertaron sobre el incierto futuro que tendrían los cerca de 40 mil pacientes que al año reciben estas prestaciones en el sistema de salud privado.
Según explicó el presidente de la asociación, Diego Hurtado, “con este fallo, el escenario se torna cada vez más crítico, ya que la resolución está orientada más a lapidar la existencia de las isapres que a intentar resolver la severa crisis en que se encuentra el sistema de salud. El futuro de las hospitalizaciones domiciliarias privadas está en riesgo, ya que no existen certezas sobre el financiamiento que tendrían estas prestaciones y los grandes perjudicados son las más de 40.000 personas al año que necesitan y dependen de este tipo de atenciones, y que quedarían literalmente desprotegidos”.
Hurtado aseguró “existe una profunda preocupación por quienes reciben y dependen de este tipo de atenciones para tener una mejor calidad de vida. Todos estos pacientes son financiados en su mayoría por estas aseguradoras y si estas llegan a tener mayores problemas o llegan a desaparecer al menos 900 pacientes crónicos de alta complejidad y larga estadía tendrían que volver a una clínica o a un hospital. Hoy el sistema no está preparado para recibir ese número de pacientes que requieren camas críticas o intermedias, ya que equivaldría a un 30 por ciento más de personas demandando una capacidad de atención que no está disponible en el sistema público y privado en su conjunto”.
Agregó que “lo anterior es más preocupante aún si solamente vemos los casos pediátricos, ya que en el país hay solamente 738 camas críticas de dotación basal en el sistema público-privado. Si consideramos, además, que la mitad de esos 900 pacientes de alta complejidad y larga estadía son niños, hoy estas atenciones estarían representando un 60% del total de camas críticas pediátricas del país, lo que haría más caótico el escenario en el futuro”, aseguró el timonel de la asociación.
En este sentido, el presidente de Achisad aseguró que “si nos cortan el financiamiento de los prestadores se va a generar una crisis irreparable en el sistema de salud. La situación es realmente dramática en el sector, ya que muchos de nuestros pacientes que son financiados por isapres necesitan de dispositivos médicos y ventiladores mecánicos para poder vivir. Es irrisorio que estos servicios queden al margen de esta discusión, más aún cuando liberan camas críticas en el sistema público y privado, y ayudan a descongestionar las listas de espera a nivel nacional”.
Según informó Achisad, del total de pacientes que reciben anualmente hospitalización domiciliaria en Chile un 55% corresponde a adultos y un 45% a niños. Asimismo, los servicios que se les brinda a aquellos pacientes de alta complejidad y larga estadía representan anualmente cerca de 328 mil días cama críticos. los cuales no se encuentran disponibles en el sistema de salud chileno.