Evalúan pronto retorno de cactus decomisados a sus ecosistemas
Más de mil cactáceas rescatadas en diversos operativos son resguardadas en la Región de Atacama, a través de una labor conjunta entre el Instituto Forestal (Infor) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), del Ministerio de Agricultura.
Copiapó, Región de Atacama.- “Dada las buenas condiciones en que se encuentran los cactus repatriados desde Italia, y transcurrido más de un año y medio desde su ingreso al Centro de Recuperación de Cactáceas, profesionales del Instituto Forestal (Infor) y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) analizaron las posibilidades de traspasar ciertos individuos al medio natural, pero con condiciones controladas”, anunció Elke Huss, gerenta de Evaluación y Fiscalización de Ecosistemas de CONAF, tras la más reciente visita de inspección efectuada por personal de los organismos dependientes del Ministerio de Agricultura.
De esta forma, se confirma que los 1049 ejemplares custodiados y mantenidos por ambos organismos en la comuna de Caldera, Región de Atacama, han sorteado de manera exitosa el retorno desde el extranjero y de la frontera nacional, en su mayoría, ya que Chile es parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, según su sigla en inglés), acuerdo cuya finalidad es velar por que el comercio mundial de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para su supervivencia.
Para lograr tal objetivo, Huss aclaró que CONAF, en su calidad de autoridad administrativa de CITES en Chile en lo referido a flora terrestre, solicitó al Infor, autoridad científica de la convención en el país, la actualización del plan de acción, el cual contendrá el diagnóstico, evolución y propuestas relativas al futuro de estas, que considere plazos y procedimientos específicos, para que los cactus, en su mayoría de las especies Copiapoa y Eriosyce, puedan retornar retornen a sus ambientes naturales (conservación in situ), por ejemplo, al Parque Nacional Pan de Azúcar o el Monumento Natural Paposo Norte, en las regiones de Atacama y Antofagasta, respectivamente, siempre y cuando su supervivencia sea factible.
Además, no se descarta que a futuro algunas de ellas ingresen a jardines botánicos o museos (conservación ex situ), con el fin de facilitar la educación ambiental, para que la población chilena conozca el importante patrimonio natural que debe ser cuidado por cada habitante del país, expresaron desde CONAF.
Al respecto, Sergio Silva, gerente de la sede Diaguitas del Infor de la Región de Coquimbo, destacó que “a nivel internacional, somos el único país de la convención CITES que ha repatriado flora, en este caso cactáceas, que está articulando este proceso de recuperación y de reintroducción” al medio original de las plantas. Dentro de las labores que se ejecutan en el proceso, figuran las inspecciones visuales —en las que se constata el crecimiento vegetativo de los individuos—, controles de temperatura y humedad, trasplante a macetas de mayor tamaño y aplicación de pesticidas, en caso de ser necesario.
El desglose de las especies mantenidas en el Centro de Recuperación de Cactáceas es de 822 repatriadas desde Italia, 224 recuperadas en el complejo fronterizo Chacalluta (Región de Arica y Parinacota) y 3 individuos abandonados en las cercanías del Parque Nacional Pan de Azúcar, comuna de Chañaral.
El decomiso más relevante se desarrolló en Europa en 2020. Fue bautizado como Operación Atacama, que fue calificada como la incautación más numerosa de cactáceas comercializadas de forma ilegal en Italia. Tras ello, CONAF, en su rol de autoridad administrativa de CITES en flora terrestre chilena, conforme a lo estipulado en la Ley 20962, tramitó la repatriación de las plantas, originarias del desierto de Atacama. Estas arribaron al país en abril de 2021, mediante una autorización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Tras una cuarentena de cinco meses, para evitar la posible introducción de plagas, las plantas fueron trasladadas a la Región de Atacama en septiembre de ese año.
El interés que despiertan los cactus, plantas endémicas del continente americano, entre los coleccionistas de Europa y Asia —preferentemente— se debe a su aspecto y escasez. En el mercado negro un solo ejemplar puede costar sobre el millón de pesos chilenos, lo que ha derivado en que el 31% de las 1480 especies de cactus del planeta estén amenazadas de extinción, según un estudio publicado en octubre en la revista Nature Plants.
Cabe señalar que el tráfico ilegal de flora y fauna es el tercer comercio ilegal más lucrativo en el mundo, después del tráfico de armas y drogas, ilícito que es regulado en Chile con la Ley 20962 que aplica la convención CITES.