Descubren peculiar cráneo de pingüino pequeño que vivió hace 6 a 9 millones de años en la costas de Atacama
El hallazgo, realizado en la Formación Bahía Inglesa por investigadores de la Universidad de Chile y de la Universidad Nacional de La Plata, corresponde a un espécimen mucho más pequeño que los descubiertos anteriormente en esta zona y podría tratarse de una nueva especie, hipótesis que los paleontólogos esperan corroborar con nuevas piezas que puedan ser encontradas en el área y la recuperación de un ejemplar sacado ilegalmente del país. El estudio fue publicado por la revista Comptes Rendus Palevol, editada por la Academia de Ciencias y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia.
Un pequeño cráneo hallado en la Formación Bahía Inglesa fue identificado como perteneciente a un diminuto pingüino que habitó esta zona costera de la Región de Atacama en el Mioceno tardío, entre 6 a 9 millones de años atrás. El descubrimiento, uno de los registros más pequeños de este grupo a la fecha, fue realizado por los investigadores Sergio Soto, de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, y Carolina Acosta, del Museo de La Plata de la Universidad Nacional de La Plata.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Comptes Rendus Palevol, editada por la Academia de Ciencias y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, da cuenta de un especimen de pingüino que llama la atención por su tamaño, mucho menor que los cráneos de esta ave que ya se han encontrado en la zona. El investigador de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile explica que la Formación Bahía Inglesa «es una formación rocosa muy fosilífera, donde ya se conocen muchos hallazgos de pingüinos, pero la mayoría de ellos son todos de cráneos grandes y, en general, de tamaño corporal grande. Por eso resalta este, porque es pequeño, no es que sea extremadamente pequeño en comparación a los actuales, pero está en el rango de los más pequeños vivientes«.
Sobre las similitudes con las especies encontradas previamente en Chile o con los pingüinos actuales, agrega que “es un cráneo sin el pico de unos cinco centímetros, aproximadamente, que se asemeja un poco a los actuales pingüinos azules (Eudyptula minor), que si bien son australianos, a veces son visitantes ocasionales de nuestras costas. O un poco menor quizás que el tamaño de un pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti), que es el pingüino más común de las costas chilenas. Este registro es distinto a las formas fósiles que conocemos de Bahía Inglesa que son más grandes, que son diferentes. Entonces, puede que este permita conectar de alguna manera filogenética con especies modernas, pero no lo sabemos por el momento”.
“Lo que más nos falta ahora es hacer trabajo de campo en Bahía Inglesa, porque, a pesar de que se han encontrado muchos especímenes, no sabemos de dónde vienen exactamente, no conocemos su posición geográfica, y eso es un problema porque no sabemos exactamente su edad y cuál era el ambiente en el cual vivían. Entonces, hay que hacer excavaciones sistemáticas durante años, encontrar ejemplares más completos, ojalá que encontremos un cráneo, el post cráneo y por fin podamos decir ‘ya, sí, esto sí es una nueva especie’ o en realidad pertenece a algo que ya conocíamos y, bueno, finalmente poner todos estos datos y ver cómo son afectados por cambios a nivel regional o global, como son los cambios de temperatura que seguramente los afectaban”, plantea sobre el trabajo que aún queda por delante para conocer más sobre la comunidad de pingüinos que habitó este lugar hace millones de años.