Día Mundial contra la Hepatitis: Llaman a la prevención y oportuna detección
El 28 de julio de cada año, la OMS y sus asociados conmemoran el Día Mundial contra la Hepatitis con el objetivo de acrecentar la sensibilización y la comprensión de la hepatitis viral y las enfermedades que provoca. Por lo que, en el contexto del Día Mundial contra las Hepatitis, profesionales de la Red Asistencial entregaron recomendaciones sobre cómo prevenir y diagnosticar a tiempo la enfermedad la cual se encuentra en aumento en nuestra región.
La Hepatitis es una enfermedad que genera la inflamación del hígado y que puede ser provocada por varias causas, la más habitual es el contacto con el virus. Las hepatitis virales son varias y son catalogadas desde la letra A hasta la E. Sin embargo, en nuestro país, las más comunes son las A, B y C. “La Hepatitis A es de fácil prevención, su mecanismo de transmisión es fecal – oral, es decir, a través del consumo de agua o alimentos contaminados, la principal medida de autocuidado es muy sencilla, se trata del lavado de manos con agua y jabón sobre todo antes de preparar o consumir alimentos y después de ir al baño o cambiar pañales”, expresó Nancy Araya, Tecnóloga Médica y referente del tema del Servicio de Salud.
Por otro lado, de acuerdo a estadísticas del Hospital Regional de Copiapó se ha registrado un aumento de casos en los tipos B. “La hepatitis B es una infección vírica del hígado que puede dar lugar tanto a un cuadro agudo como a una enfermedad crónica y que puede transmitirse a través de agujas o perforaciones a la piel con elementos contaminados, de manera sexual, o en recién nacidos por medio del contacto de fluidos infectados. Por ello, su prevención radica en la vacunación, el uso de preservativos y manteniendo conductas sexuales seguras ya que el virus B es 100 veces más contagioso que el VIH, porque una gota de sangre seca de una persona con hepatitis B sigue contagiando hasta siete días después de estar en contacto con el ambiente” manifestó Araya.
Respecto a la Hepatitis C es importante recordar las recomendaciones de prevención, que apuntan a realizarse tatuajes sólo en establecimientos autorizados y usar condón en cada relación sexual. “El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre, y la mayoría de las infecciones se producen por exposición a pequeñas cantidades de sangre a través del consumo de drogas inyectables, de prácticas de inyección o de atención sanitaria poco seguras y de la transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar. En la actualidad no existe ninguna vacuna contra la hepatitis C” señaló la profesional.
El examen de detección para esta enfermedad se puede solicitar al médico y se realiza en los Hospitales de Copiapó y Vallenar. Se recomienda que solicitarlo al menos una vez en la vida a partir de los 45 años o en caso de factores de riesgo. “Si el resultado arroja positivo se debe estudiar a los contactos sexuales y contactos intradomiciliarios para realizarles el estudio serológico y se procede a inmunización con vacuna de hepatitis B. En el caso de hepatitis C también se realiza el estudio de contacto, lamentablemente no existe vacuna para protección por cuanto es muy relevante en este caso la prevención porque el haber padecido de hepatitis C no deja inmunidad y se puede volver a adquirir. Por ello la importancia de la prevención” enfatizó Elizabeth Araya, profesional de la Unidad de Enfermedades Emergentes del Hospital de Copiapó.
“También es importante enfatizar que los pacientes que terminaron su tratamiento deben continuar en control y seguimiento porque podrían desarrollar cirrosis hepática por lo cual deben mantener control cada 6 meses o al menos 1 vez al año con especialista hepatólogo, gastroenterología o medicina interna” expresó la Tecnóloga Médica del Servicio de Salud.
En Atacama el año pasado se detectaron 12 casos de Hepatitis B y C, para este año 2022 ya hay 12 casos detectados B y C.
Finalmente, las profesionales enfatizan que ambos virus actúan en el organismo causando daño en forma paulatina y progresiva. Pero que hoy en día, el virus B tiene un tratamiento que no lo elimina, pero sí le permite a la persona portadora llevar una vida con el virus dormido. Por otro lado, el virus C sí tiene un tratamiento que lo puede eliminar y la persona puede continuar una vida sana sin daños hepáticos que podrían terminar en un cáncer de hígado o un trasplante, producto de una falla irreversible. Cabe destacar que tanto la hepatitis B y C crónica se encuentran en el programa GES donde existe garantía de acceso, oportunidad, protección financiera, tratamiento y seguimiento.